Para que ocurra la fecundación del óvulo y posterior desarrollo de un embrión, la cabeza del espermatozoide debe atravesar la pared del óvulo. Las alteraciones en los espermatozoides pueden hacer que esta tarea no sea posible.
La inyección intracitoplasmática del espermatozoide (ICSI) permite que esta disfunción se corrija inyectando el espermatozoide directamente dentro del citoplasma del óvulo, a este procedimiento se le conoce como fecundación in vitro ICSI. Una vez desarrollado el embrión el proceso es igual a la fertilización in vitro convencional.
Indicaciones especiales para el uso de esta técnica
- Éxito en la fecundación in vitro.
Número reducido de espermatozoides. - Espermatozoides con alteraciones de movilidad o con alteraciones estructurales.
- Espermatozoides que tienen dificultad para fijarse al óvulo.
- Fallos repetidos de fecundación.
- Fallos de FIV.
- Historia de múltiples inseminaciones fallidas.
- Presencia de anticuerpos anti-espermatozoide.
- Diagnóstico genético pre-implantación.